Reflexión

Cuando estás estudiando quieres trabajar...
Cuando estás trabajando quieres estudiar...
Cuando haces las dos cosas al mismo tiempo.... quieres dormir.
¡Oh gran verdad!
Llevo 3 meses haciendo una vida entre Adulta y Adolescente. Un poco de la una, un poco de la otra. Pero nunca de forma exclusiva de una u otra, aunque siempre se ha de tirar más para una banda que por la otra.
Siempre gana la más obvia: El sueño. 
Me gusta dormir y en estos 3 meses he comprendido que siempre es mejor dormir que hacer otra cosa. Es una realidad que nunca la había pensado... bueno, nunca antes había estado tan cansada y necesitada de horas de sueños.
Me he desviado un poco del tema... perdón. 


Cuando uno es pequeño nos educan para ser unas buenas personas en el futuro, para hacer bien nuestro trabajo y desarrollar aquello que nos hace "brillar" . Obviamente de pequeños somos unos bichos tercos, malcriados y hacemos todo lo contrario que nos dicen nuestros padres. En mi caso, siempre he hecho lo que han dicho mis padres y maestros, pero como todo ser humano soy un poco terca y termino haciendo parcialmente lo que me gusta hacer: Dormir. Es broma... 
Todo esto viene que "Siempre hay que hacer caso a los padres/maestros" porque cuando realmente nos toca pasar por aquello y nos damos cuenta que lo estamos haciendo mal nos saldrá la bendita voz de nuestra madre u padre diciendo "Ya te lo dije..." y en ese momento te dan ganas de meter la cabeza en el horno...


He trabajado y he estudiado a la vez, he intentado encontrar cual es el camino que quiero elegir o el que tengo que estar para seguir mi vida adelante. La vida de un estudiante es muy simple, aburrida y ante todo fácil. No tienes que pensar "si le has dado la medicación" tampoco si "has cobrado el mes completo" y tampoco " he puesto el numero bien"... lo único que piensas es en estudiar y aprobar, para así pasar unas vacaciones tranquilas y felices. Luego cuando trabajar sólo piensas en que se acabe la jornada, en que llegue el sábado y ante todo de quitarte los zapatos y meterte en la cama.
Son dos mundos tan diferentes pero que hay que elegir. 
He estado 3 meses trabajado, los he disfrutado porque he aprendido muchas cosas, también he cometido errores (como todo ser humano) y ante todo he comprendido que es lo que realmente quiero hacer...
Antes de trabajar tan sólo me preocupaba encontrar "trabajo" sea cual sea (siempre en mi área) y tampoco ponía muchas pegas, ya que no estamos en un momento para exigir nada. Todo lo que caiga es bien recibido. Pero después de trabajar, darme el golpe y levantarme de nuevo, he comprendido que seguramente me volveré a dar otros cientos de golpes más, pero quizás con un poco de esfuerzos y con más dosis de sueño llegué a encontrar aquel lugar donde quiera estar...


Realmente en éste post no he querido decir nada especifico, quizás porque tengo sueño y estoy espesa, o quizás porque todavía no he encontrado algo exacto para decir.
Quizás otro día llené el blog con melancólicas palabras y haga todos llorar o quizás al contrario.
No tengo ni idea, sólo que hay que dormir y ser feliz. 

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